Hogueras, pirotecnia, fuego, música y el baile decoran la noche más corta del año. Es el solsticio de verano, la noche de San Juan, una de las noches más llena de magia y tradiciones ancestrales. Fuegos purificadores bajando de las laderas pirenaicas, grandes hogueras en pueblos y ciudades como símbolo de renovación, baile, seducción y cielos llenos de colores. Y familias y amigos sentados en torno a una mesa disfrutando de un placer tan simple como delicioso: La Coca de San Juan. Una suave masa decorada con frutas cristalizadas, rellena de crema, chocolate o cabello de ángel; con piñones, muchos piñones, o almendras. La mejor forma de saludar a las golondrinas que acompañarán la salida del sol después de una noche que esperamos durante todo el año.