¿Cómo se hacen unas galletas perfectas, deliciosas, esponjosas o crujientes? Te damos numerosas ideas y trucos para que te
salgan ideales y que tus desayunos, meriendas o aperitivos dulces entre horas sean mágicos.
Las galletas por su sencillez y versatilidad, son ideales para cualquier ocasión. Además, son un postre perfecto para preparar con los peques de la casa y pasar un rato muy divertido en familia.
Permiten versionarse con diferentes ingredientes como chips de chocolate, coco, frutos secos, glaseado, etc. para gusto de todos los paladares. Y dan mucho juego en términos de formas, se pueden tematizar prácticamene de lo que queramos; no es necesario tener moldes de galletas en casa, se pueden utilizar elementos que tengamos a mano para crear formas y texturas variadas.
Los ingredientes siempre deben estar a temperatura ambiente.
Siempre que uses harina de trigo común, asegúrate de tamizarla. Lo mismo si usas cacao en polvo.
Bate y amasa los ingredientes lo justo para que queden integrados. Si bates de más, corres el riesgo de que entre aire en la masa.
Estira la masa a mano o con rodillo, pero siempre entre dos papeles de horno.
Para cortar la masa, es ideal que esté muy fría. Asegúrate de refrigerarla antes un buen rato.
Antes de cortar la masa, enharina ligeramente los cortadores (o cualquier utensilio que uses para cortar tus galletas), para evitar que se te enganche.
Una vez cortadas, refrigera las galletas antes de hornearlas.
Antes de colocarlas en la bandeja de horno, pon un poquito de mantequilla entre el papel y la superficie de la bandeja, para que el papel no se te mueva.
Hornea justo hasta que el borde empiece a dorarse. Al sacarlas del horno aún estarán blandas.
Una vez fuera, deja reposar unos minutos y pásalas a una rejilla para enfriar.