

Un café, un té o simplemente una tarde tranquila en casa. Siempre hay un momento perfecto para un dulce, y ahí aparecen dos protagonistas que parecen iguales, pero no lo son: las cookies y las galletas. Aunque comparten ingredientes básicos, esconden diferencias culturales, texturas únicas y secretos de horneado que merece la pena descubrir.
En el mundo anglosajón, “cookie” es sinónimo de pieza redonda, con corazón blando y bordes crujientes. En cambio, en España y Latinoamérica, “galleta” es un concepto mucho más amplio: Desde las galletas que compramos en el supermercado, hasta las caseras que se hornean con mimo los fines de semana. Para los amantes de los datos curiosos, aquí os dejamos uno: En Reino Unido prefieren hablar de “biscuits”, y reservan la palabra “cookie” para versiones con trozos de chocolate.
El secreto está en las proporciones y el tiempo de horno. Es decir:
Basta unos minutos de más para que una cookie tierna se transforme en una galleta firme.
Quien dice que la repostería es complicada, no ha probado nuestros consejos. De hecho, si crees que la repostería no es lo tuyo, te gustará saber que en Nestlé Cocina encontrarás todo tipo de recetas cookies y galletas. aptas, incluso, para los más novatos en la cocina. Entre nuestros consejos destacamos:
Aplicar estos sencillos trucos para galletas marca la diferencia entre un resultado correcto y otro memorable.
La creatividad no tiene límites: cookies con avena , galletas de jengibre , Dubai cookies o versiones terroríficas de galletas. El límite lo pone tu imaginación, ya que esos postres son tan versátiles que te permiten crear todo aquello que se te ocurra. De hecho, demuestran que la repostería es también una forma de contar historias.
Ya sea en versión jugosa o crujiente, lo importante es disfrutar del ritual: encender el horno, ver cómo la masa se transforma y saborear el resultado. Porque al final, entre cookies y galletas, siempre hay un rincón dulce que nos une.