Flan de huevo
131
votospersonas 5 min.
de preparación 40 min.
de cocción
Qué me aporta esta receta...
Información nutricional
Esta receta me aporta...
| Grasas | 40 Kcal | 4 gr. | 26% |
|---|---|---|---|
| Hidratos | 88 Kcal | 22 gr. | 59% |
| Proteínas | 20 Kcal | 5 gr. | 15% |
Información nutricional adicional por ración:
| Azúcares | 22,05 gr. |
|---|---|
| Grasas saturadas | 2,07 gr. |
| Sal | 0,14 gr. |
El flan de huevo es el rey indiscutible de los postres tradicionales españoles. Su textura sedosa y temblorosa, el contraste entre el dulce caramelo líquido y la cremosidad del flan, y ese sabor que nos transporta a la infancia lo convierten en un clásico atemporal que nunca pasa de moda. Un postre que conquista por igual a niños y adultos, perfecto para cualquier ocasión.
¿Crees que hacer un flan casero perfecto es complicado? Esta receta de flan de huevo con leche condensada LA LECHERA demuestra que con la técnica adecuada y buenos ingredientes, conseguir un flan digno de restaurante es más sencillo de lo que imaginas. En apenas 45 minutos tendrás listo un postre con esa textura característica que se deshace en la boca, sin agujeros ni grumos, coronado por un caramelo brillante que hará las delicias de toda la familia.
¿Cómo hacer flan de huevo?
Selección de ingredientes
Para conseguir el mejor flan de huevo, la calidad de los ingredientes es fundamental. Utiliza huevos frescos de tamaño L, que aportarán la estructura necesaria y un color amarillo intenso característico. La leche condensada LA LECHERA, elaborada con leche fresca recogida a diario, garantiza una textura cremosa y un sabor dulce equilibrado sin necesidad de añadir más azúcar a la mezcla. El extracto de vainilla natural potencia el sabor y aporta ese toque aromático tradicional que diferencia un buen flan.
Preparación previa
Antes de comenzar, saca todos los ingredientes del frigorífico para que alcancen temperatura ambiente, especialmente los huevos. Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Prepara una fuente honda apta para horno donde quepan las flaneras con holgura, ya que la necesitarás para el baño María. Ten listos todos los utensilios: flaneras individuales o una grande, un cazo pequeño para el caramelo, un bol amplio para mezclar, y un colador fino.
Técnicas principales
El secreto de un flan perfecto reside en tres técnicas clave. Primera: el caramelo debe alcanzar el punto exacto, ni muy claro ni quemado, con un color ámbar intenso que aportará ese contraste amargo-dulce característico. Segunda: la mezcla nunca debe batirse vigorosamente sino removerse suavemente para evitar incorporar aire, que provocaría esos agujeros indeseados. Tercera: la cocción al baño María a temperatura constante es imprescindible para una textura uniforme y sedosa, evitando que el flan se cuaje demasiado rápido o se agriete.
Ingredientes
- 370 g (1 bote peq.) de Leche condensada LA LECHERA
- 4 huevos
- 60 g de azúcar
- 500 ml de agua + 1 cucharada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Elaboración
Precalentar el horno a 180ºC.
Calentar el azúcar con la cucharada de agua en una sartén, a fuego medio hasta que esté fundido y ligeramente dorado. No se tiene que remover ni tocar mientras el azúcar se funde. Repartir en las flaneras.
Batir los huevos con la leche condensada, 500 ml de agua y la vainilla.
Repartir la mezcla en las flaneras.
Hornear el flan de huevo al baño maría aproximadamente unos 35-40 minutos.
El truco del chef
EL TRUCO DEL CHEF Puede aromatizarse al gusto. Con canela molida, ralladura de limón, etc.
Ten en cuenta
TEN EN CUENTA
¿Ya conoces los mas de 100 postres deliciosos que puedes preparar en 5 minutos?
Leche condensada La Lechera es elaborada a partir de leche fresca recogida a diario. Perfecta para tus postres favoritos, con un sabor único y cremoso.
El truco del chef
Para elevar tu flan de huevo a nivel profesional, prueba estos consejos de experto:
Caramelo perfecto: El punto óptimo del caramelo se alcanza cuando adquiere un color similar al coñac. Si lo retiras antes, quedará demasiado claro y poco sabroso; si lo pasas, amargará. La clave está en retirarlo del fuego justo cuando empieza a humear ligeramente.
Textura sin agujeros: El error más común son los agujeros en el flan, causados por batir en lugar de remover. Usa movimientos circulares lentos y constantes. Si aún así aparecen burbujas, deja reposar la mezcla 5 minutos antes de verterla en las flaneras.
Baño María ideal: El agua del baño María debe estar caliente (no hirviendo) al introducir las flaneras. Esto acelera la cocción y consigue una textura más uniforme. Algunas cáscaras de huevo flotando en el agua evitan que salpique al hervir.
Temperatura de servicio: Aunque tradicionalmente se sirve frío, el flan también está delicioso a temperatura ambiente. Sácalo del frigorífico 15-20 minutos antes de servir para apreciar mejor todos sus matices de sabor.
Presentación elegante: Para un acabado profesional, decora con una ramita de menta fresca, unos frutos rojos, una quenelle de nata montada, o simplemente un toque de ralladura de limón que aporte frescura.
Variaciones
Flan de huevo con café: Disuelve 2 cucharadas de café soluble en 2 cucharadas de agua caliente y añádelo a la mezcla antes de hornear. Perfecto para los amantes del café.
Flan de huevo con naranja: Añade la ralladura de 1 naranja a la mezcla y sustituye 100 ml de agua por zumo de naranja natural para un toque cítrico y refrescante.
Flan de huevo con coco: Sustituye 200 ml de agua por leche de coco y añade 50 g de coco rallado a la mezcla para una versión tropical.
Flan de huevo y queso: Añade 100 g de queso crema a la mezcla para conseguir un flan más denso y cremoso, similar al flan napolitano mexicano.
Flan de huevo con canela: Añade 1 cucharadita de canela molida a la mezcla y una ramita de canela en el agua del baño María para aromatizar durante la cocción.
Flan de huevo al chocolate: Añade 50 g de chocolate negro fundido a la mezcla antes de hornear para conseguir un flan de chocolate casero.
Consejos y consideraciones
Ten en cuenta
Los huevos frescos son fundamentales para conseguir el mejor color y textura en tu flan.
El reposo en frío durante al menos 4 horas es imprescindible; el flan mejora significativamente después de una noche en el frigorífico.
Cada horno es diferente: puede que necesites ajustar el tiempo 5-10 minutos más o menos según tu modelo.
Desmoldar en frío es mucho más fácil que cuando el flan está a temperatura ambiente.
Atención
El caramelo alcanza temperaturas muy altas (más de 150°C); maneja siempre con extremo cuidado para evitar quemaduras.
No abras el horno durante la cocción para evitar cambios bruscos de temperatura que pueden hacer que el flan se agriete.
Al verter agua para el baño María con el horno ya caliente, hazlo con cuidado para evitar salpicaduras que pueden causar quemaduras.
Si el flan no se desmolda fácilmente, nunca fuerces: sumerge la base en agua caliente unos segundos o usa un cuchillo fino para despegar.
No congeles el flan de huevo, ya que la textura se deteriora completamente al descongelarse.
Historia y origen del flan de huevo
El flan de huevo puede presumir de una historia milenaria que se remonta a la antigua Roma. Los romanos ya preparaban la "tyropatina", un postre elaborado con huevos, leche y miel que podía servirse tanto en versión dulce como salada. Esta preparación se basaba en la capacidad de coagulación de los huevos al calentarse, un principio culinario que los romanos dominaban a la perfección.
Durante la Edad Media, el flan se popularizó enormemente en toda Europa, especialmente en los conventos y monasterios donde las monjas perfeccionaron su elaboración. Fue precisamente en esta época cuando el flan se convirtió en un postre especialmente consumido durante la Cuaresma, ya que al no contener carne ni grasas animales prohibidas, cumplía con las restricciones alimentarias de la época religiosa.
El nombre "flan" proviene del francés antiguo "flaon", que a su vez deriva del latín "flado", que significa "torta plana". Este término hacía referencia a su forma característica, plana y redonda, que se conseguía al hornear la mezcla en moldes especiales.
En España, el flan de huevo se convirtió en uno de los postres más emblemáticos de la repostería tradicional, presente en todas las cartas de postres de restaurantes y en las mesas familiares de los domingos. Durante décadas fue el rey indiscutible de los postres españoles, y aunque con el tiempo han surgido otras modas reposteras, el flan jamás ha dejado de estar presente en nuestras cocinas.
La receta viajó a América Latina con la colonización española, donde cada país la adoptó y adaptó con sus propios ingredientes locales. Así nacieron versiones como el flan napolitano mexicano (con queso crema), el quesillo venezolano, o el flan con dulce de leche argentino, cada uno con sus particularidades pero manteniendo la esencia del postre tradicional.
Hoy en día, el flan de huevo experimenta un renacimiento en la alta gastronomía, donde chefs reconocidos están recuperando este clásico con retoques modernos: usando huevos de gallinas de corral, natas especiales, aromatizaciones innovadoras, o presentaciones creativas. Un postre que demuestra que los clásicos nunca pasan de moda cuando están bien ejecutados.
Recomendaciones para servir
Postre de domingo: Acompañado de nata montada ligeramente azucarada para un acabado clásico y elegante.
Merienda especial: Servido a temperatura ambiente con una taza de café o té, perfecto para una sobremesa tranquila.
Cena con invitados: En platos de postre individuales decorado con frutas frescas de temporada (fresas, frambuesas o arándanos) para un toque de color y frescura.
Celebraciones familiares: En su versión grande para compartir en la mesa, creando ese momento especial de partir el flan entre todos.
Verano refrescante: Muy frío directamente del frigorífico, con un toque de ralladura de limón o naranja para aportar frescura cítrica.
Menú infantil: Con formas divertidas hechas con sirope de caramelo o frutas en la superficie para que los niños disfruten comiendo un postre casero y tradicional.
Más recetas relacionadas
Si te ha gustado este flan de huevo tradicional, te encantarán otras propuestas de postres lácteos y con huevo que hemos preparado en Nestlé Cocina:
El flan de café es una variación clásica que combina la cremosidad del flan tradicional con el sabor intenso del café, perfecto para los amantes de este grano. Ideal para terminar una comida con un toque energizante.
Para los que prefieren sabores frutales, el flan de naranja aporta frescura cítrica manteniendo la textura sedosa característica. Su aroma y color lo convierten en una opción especialmente atractiva para los meses cálidos.
También te recomendamos probar el flan de leche condensada en 5 minutos, una versión ultrarrápida perfecta para cuando tienes poco tiempo pero no quieres renunciar a un postre casero de calidad.
Si buscas algo diferente, las natillas caseras son otro clásico de la repostería tradicional española que comparte con el flan su base de huevo y leche, pero con una textura más líquida y aterciopelada.
Para los amantes del chocolate, el flan de chocolate combina lo mejor de dos mundos: la textura del flan con la intensidad del cacao, resultando en un postre irresistible para los más golosos.
Y si quieres seguir explorando el universo de los postres con leche condensada LA LECHERA, en nuestro blog encontrarás más de 100 recetas dulces listas en pocos minutos: tartas, bizcochos, mousses, helados y muchas más delicias que te ayudarán a descubrir todo lo que puedes hacer con este ingrediente tan versátil.
Sabías que...
En la España de posguerra, cuando muchos ingredientes escaseaban, el flan se convirtió en un símbolo de celebración y prosperidad. Servir un flan en casa era señal de que había huevos, leche y azúcar, ingredientes que no siempre estaban al alcance de todos. Por eso el flan se reservaba para domingos y ocasiones especiales, tradición que aún perdura en muchas familias españolas.

