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Flan de huevo

131

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Fácil 12
personas
5 min.
de preparación
40 min.
de cocción
Sin gluten

Qué me aporta esta receta...

Flan de huevo
Receta de LA LECHERA
Postres en 5 minutos
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El flan de huevo es el rey indiscutible de los postres tradicionales españoles. Su textura sedosa y temblorosa, el contraste entre el dulce caramelo líquido y la cremosidad del flan, y ese sabor que nos transporta a la infancia lo convierten en un clásico atemporal que nunca pasa de moda. Un postre que conquista por igual a niños y adultos, perfecto para cualquier ocasión.

¿Crees que hacer un flan casero perfecto es complicado? Esta receta de flan de huevo con leche condensada LA LECHERA demuestra que con la técnica adecuada y buenos ingredientes, conseguir un flan digno de restaurante es más sencillo de lo que imaginas. En apenas 45 minutos tendrás listo un postre con esa textura característica que se deshace en la boca, sin agujeros ni grumos, coronado por un caramelo brillante que hará las delicias de toda la familia.

¿Cómo hacer flan de huevo?

Selección de ingredientes

Para conseguir el mejor flan de huevo, la calidad de los ingredientes es fundamental. Utiliza huevos frescos de tamaño L, que aportarán la estructura necesaria y un color amarillo intenso característico. La leche condensada LA LECHERA, elaborada con leche fresca recogida a diario, garantiza una textura cremosa y un sabor dulce equilibrado sin necesidad de añadir más azúcar a la mezcla. El extracto de vainilla natural potencia el sabor y aporta ese toque aromático tradicional que diferencia un buen flan.

Preparación previa

Antes de comenzar, saca todos los ingredientes del frigorífico para que alcancen temperatura ambiente, especialmente los huevos. Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Prepara una fuente honda apta para horno donde quepan las flaneras con holgura, ya que la necesitarás para el baño María. Ten listos todos los utensilios: flaneras individuales o una grande, un cazo pequeño para el caramelo, un bol amplio para mezclar, y un colador fino.

Técnicas principales

El secreto de un flan perfecto reside en tres técnicas clave. Primera: el caramelo debe alcanzar el punto exacto, ni muy claro ni quemado, con un color ámbar intenso que aportará ese contraste amargo-dulce característico. Segunda: la mezcla nunca debe batirse vigorosamente sino removerse suavemente para evitar incorporar aire, que provocaría esos agujeros indeseados. Tercera: la cocción al baño María a temperatura constante es imprescindible para una textura uniforme y sedosa, evitando que el flan se cuaje demasiado rápido o se agriete.

El truco del chef

Para elevar tu flan de huevo a nivel profesional, prueba estos consejos de experto:

Caramelo perfecto: El punto óptimo del caramelo se alcanza cuando adquiere un color similar al coñac. Si lo retiras antes, quedará demasiado claro y poco sabroso; si lo pasas, amargará. La clave está en retirarlo del fuego justo cuando empieza a humear ligeramente.

Textura sin agujeros: El error más común son los agujeros en el flan, causados por batir en lugar de remover. Usa movimientos circulares lentos y constantes. Si aún así aparecen burbujas, deja reposar la mezcla 5 minutos antes de verterla en las flaneras.

Baño María ideal: El agua del baño María debe estar caliente (no hirviendo) al introducir las flaneras. Esto acelera la cocción y consigue una textura más uniforme. Algunas cáscaras de huevo flotando en el agua evitan que salpique al hervir.

Temperatura de servicio: Aunque tradicionalmente se sirve frío, el flan también está delicioso a temperatura ambiente. Sácalo del frigorífico 15-20 minutos antes de servir para apreciar mejor todos sus matices de sabor.

Presentación elegante: Para un acabado profesional, decora con una ramita de menta fresca, unos frutos rojos, una quenelle de nata montada, o simplemente un toque de ralladura de limón que aporte frescura.

Variaciones

Flan de huevo con café: Disuelve 2 cucharadas de café soluble en 2 cucharadas de agua caliente y añádelo a la mezcla antes de hornear. Perfecto para los amantes del café.

Flan de huevo con naranja: Añade la ralladura de 1 naranja a la mezcla y sustituye 100 ml de agua por zumo de naranja natural para un toque cítrico y refrescante.

Flan de huevo con coco: Sustituye 200 ml de agua por leche de coco y añade 50 g de coco rallado a la mezcla para una versión tropical.

Flan de huevo y queso: Añade 100 g de queso crema a la mezcla para conseguir un flan más denso y cremoso, similar al flan napolitano mexicano.

Flan de huevo con canela: Añade 1 cucharadita de canela molida a la mezcla y una ramita de canela en el agua del baño María para aromatizar durante la cocción.

Flan de huevo al chocolate: Añade 50 g de chocolate negro fundido a la mezcla antes de hornear para conseguir un flan de chocolate casero.

Preguntas frecuentes

¿Cómo hacer flan de huevo sin que salgan agujeros?

El secreto para evitar agujeros es no batir la mezcla, sino removerla suavemente con movimientos circulares lentos. Cuando bates incorporas aire, y ese aire forma las burbujas que luego se convierten en agujeros durante la cocción. Además, cuela siempre la mezcla antes de verterla en las flaneras y, si ves burbujas en la superficie, retíralas con una cuchara o elimínalas pasando suavemente la llama de un soplete de cocina. El baño María también es fundamental: debe estar a temperatura constante sin hervir a borbotones.

¿Cuánto tiempo hay que hornear el flan de huevo?

El tiempo de horneado varía según el tamaño de las flaneras. Para flaneras individuales pequeñas (100-150 ml), el tiempo es de 35-40 minutos a 180°C. Para una flanera grande (1 litro), necesitarás 45-55 minutos. El flan está listo cuando al insertar un palillo o aguja en el centro, este sale limpio. La superficie debe verse cuajada pero el centro aún debe temblar ligeramente al mover la flanera. Es mejor quedarse corto que pasarse, ya que el flan sigue cuajando con el calor residual al sacarlo del horno.

¿Por qué mi flan de huevo queda aguado?

Un flan aguado generalmente indica falta de cocción. Las causas más comunes son: temperatura del horno demasiado baja, tiempo de cocción insuficiente, o baño María con agua fría que no permite alcanzar la temperatura necesaria. Asegúrate de precalentar bien el horno a 180°C y de usar agua caliente para el baño María. Si tras el tiempo indicado el flan aún está líquido en el centro, déjalo 10-15 minutos más. Recuerda también que el flan necesita al menos 4 horas de refrigeración para adquirir su textura final.

¿Se puede hacer flan de huevo sin baño María?

Técnicamente es posible cocinar flan sin baño María, pero el resultado será inferior. El baño María proporciona una cocción suave, indirecta y uniforme que es esencial para conseguir esa textura sedosa característica. Sin baño María, el flan se cuece demasiado rápido por fuera mientras el centro queda crudo, y es muy probable que se agriete o quede con una textura gomosa. Si no tienes una fuente apta para baño María en el horno, puedes hacer el flan en el microondas a potencia media, aunque el resultado tampoco será igual al tradicional.

¿Cómo evitar que se queme el caramelo del flan?

El caramelo requiere atención constante y retirada oportuna del fuego. No uses fuego demasiado alto y nunca remuevas el azúcar mientras se derrite, ya que esto provoca cristalización. El punto perfecto es cuando el color cambia a ámbar intenso, similar al del coñac. En ese momento, retira inmediatamente del fuego porque el caramelo sigue cocinándose con el calor residual del cazo. Si se quema y amarga, no hay solución: deberás descartarlo y hacer uno nuevo. Ten preparadas las flaneras cerca para verter el caramelo rápidamente, ya que se solidifica en cuestión de segundos.

¿Cuánto tiempo dura el flan de huevo en la nevera?

El flan de huevo se conserva perfectamente en el frigorífico durante 3-4 días si se mantiene tapado con film transparente o en un recipiente hermético. Es importante no desmoldarlo hasta el momento de servir, ya que dura más tiempo en su molde. Si ya lo has desmoldado, consúmelo en 1-2 días. No es recomendable congelar el flan de huevo, ya que al descongelarlo la textura se vuelve granulosa y pierde su característica suavidad.

¿Puedo usar solo yemas en lugar de huevos enteros?

Sí, puedes hacer flan solo con yemas para conseguir una textura aún más cremosa y un color más intenso. Necesitarás usar 6-8 yemas para reemplazar los 4 huevos enteros de esta receta. El flan quedará más rico y denso, similar al flan tradicional de los conventos. Ten en cuenta que al no llevar clara, la textura será menos firme y el flan puede ser más difícil de desmoldar. Es una opción excelente si buscas un postre más refinado, aunque requiere más huevos y el aprovechamiento de las claras sobrantes.

¿Qué tipo de azúcar es mejor para el caramelo?

El azúcar blanco refinado es la mejor opción para hacer caramelo porque se funde uniformemente y produce un color transparente y brillante. El azúcar moreno o integral no es recomendable porque ya tiene color y sabor propios que interferirán con el caramelo, además de que se quema más fácilmente. Si quieres experimentar, puedes usar azúcar de caña integral para un sabor más complejo con notas a melaza, pero el resultado será diferente al caramelo tradicional. El azúcar glas tampoco es adecuado porque contiene almidón y no se carameliza correctamente.

Consejos y consideraciones

Ten en cuenta

Los huevos frescos son fundamentales para conseguir el mejor color y textura en tu flan.

El reposo en frío durante al menos 4 horas es imprescindible; el flan mejora significativamente después de una noche en el frigorífico.

Cada horno es diferente: puede que necesites ajustar el tiempo 5-10 minutos más o menos según tu modelo.

Desmoldar en frío es mucho más fácil que cuando el flan está a temperatura ambiente.

Atención

El caramelo alcanza temperaturas muy altas (más de 150°C); maneja siempre con extremo cuidado para evitar quemaduras.

No abras el horno durante la cocción para evitar cambios bruscos de temperatura que pueden hacer que el flan se agriete.

Al verter agua para el baño María con el horno ya caliente, hazlo con cuidado para evitar salpicaduras que pueden causar quemaduras.

Si el flan no se desmolda fácilmente, nunca fuerces: sumerge la base en agua caliente unos segundos o usa un cuchillo fino para despegar.

No congeles el flan de huevo, ya que la textura se deteriora completamente al descongelarse.

Historia y origen del flan de huevo

El flan de huevo puede presumir de una historia milenaria que se remonta a la antigua Roma. Los romanos ya preparaban la "tyropatina", un postre elaborado con huevos, leche y miel que podía servirse tanto en versión dulce como salada. Esta preparación se basaba en la capacidad de coagulación de los huevos al calentarse, un principio culinario que los romanos dominaban a la perfección.

Durante la Edad Media, el flan se popularizó enormemente en toda Europa, especialmente en los conventos y monasterios donde las monjas perfeccionaron su elaboración. Fue precisamente en esta época cuando el flan se convirtió en un postre especialmente consumido durante la Cuaresma, ya que al no contener carne ni grasas animales prohibidas, cumplía con las restricciones alimentarias de la época religiosa.

El nombre "flan" proviene del francés antiguo "flaon", que a su vez deriva del latín "flado", que significa "torta plana". Este término hacía referencia a su forma característica, plana y redonda, que se conseguía al hornear la mezcla en moldes especiales.

En España, el flan de huevo se convirtió en uno de los postres más emblemáticos de la repostería tradicional, presente en todas las cartas de postres de restaurantes y en las mesas familiares de los domingos. Durante décadas fue el rey indiscutible de los postres españoles, y aunque con el tiempo han surgido otras modas reposteras, el flan jamás ha dejado de estar presente en nuestras cocinas.

La receta viajó a América Latina con la colonización española, donde cada país la adoptó y adaptó con sus propios ingredientes locales. Así nacieron versiones como el flan napolitano mexicano (con queso crema), el quesillo venezolano, o el flan con dulce de leche argentino, cada uno con sus particularidades pero manteniendo la esencia del postre tradicional.

Hoy en día, el flan de huevo experimenta un renacimiento en la alta gastronomía, donde chefs reconocidos están recuperando este clásico con retoques modernos: usando huevos de gallinas de corral, natas especiales, aromatizaciones innovadoras, o presentaciones creativas. Un postre que demuestra que los clásicos nunca pasan de moda cuando están bien ejecutados.

Recomendaciones para servir

Postre de domingo: Acompañado de nata montada ligeramente azucarada para un acabado clásico y elegante.

Merienda especial: Servido a temperatura ambiente con una taza de café o té, perfecto para una sobremesa tranquila.

Cena con invitados: En platos de postre individuales decorado con frutas frescas de temporada (fresas, frambuesas o arándanos) para un toque de color y frescura.

Celebraciones familiares: En su versión grande para compartir en la mesa, creando ese momento especial de partir el flan entre todos.

Verano refrescante: Muy frío directamente del frigorífico, con un toque de ralladura de limón o naranja para aportar frescura cítrica.

Menú infantil: Con formas divertidas hechas con sirope de caramelo o frutas en la superficie para que los niños disfruten comiendo un postre casero y tradicional.

Más recetas relacionadas

Si te ha gustado este flan de huevo tradicional, te encantarán otras propuestas de postres lácteos y con huevo que hemos preparado en Nestlé Cocina:

El flan de café es una variación clásica que combina la cremosidad del flan tradicional con el sabor intenso del café, perfecto para los amantes de este grano. Ideal para terminar una comida con un toque energizante.

Para los que prefieren sabores frutales, el flan de naranja aporta frescura cítrica manteniendo la textura sedosa característica. Su aroma y color lo convierten en una opción especialmente atractiva para los meses cálidos.

También te recomendamos probar el flan de leche condensada en 5 minutos, una versión ultrarrápida perfecta para cuando tienes poco tiempo pero no quieres renunciar a un postre casero de calidad.

Si buscas algo diferente, las natillas caseras son otro clásico de la repostería tradicional española que comparte con el flan su base de huevo y leche, pero con una textura más líquida y aterciopelada.

Para los amantes del chocolate, el flan de chocolate combina lo mejor de dos mundos: la textura del flan con la intensidad del cacao, resultando en un postre irresistible para los más golosos.

Y si quieres seguir explorando el universo de los postres con leche condensada LA LECHERA, en nuestro blog encontrarás más de 100 recetas dulces listas en pocos minutos: tartas, bizcochos, mousses, helados y muchas más delicias que te ayudarán a descubrir todo lo que puedes hacer con este ingrediente tan versátil.

Sabías que...

En la España de posguerra, cuando muchos ingredientes escaseaban, el flan se convirtió en un símbolo de celebración y prosperidad. Servir un flan en casa era señal de que había huevos, leche y azúcar, ingredientes que no siempre estaban al alcance de todos. Por eso el flan se reservaba para domingos y ocasiones especiales, tradición que aún perdura en muchas familias españolas.